Pensé que lo tenía todo. El hombre perfecto. La vida perfecta. Todo perfecto. Hasta que me dejó en nuestra luna de miel por una chica que él había conocido dos días después empezar nuestra luna de miel, mi mundo cambió en un solo parpadeo. Volví a casa con la cola entre las patas y jurando no volver a estar con un hombre jamás.
Dos
años más tarde, finalmente cumplí mi sueño de abrir mi propia
pastelería. Planeé que fuera tan exitosa, no necesitaría ningún hombre.
Tenía sexo cuando quería y no tenía nadie a quien responder. ¿Qué más
podría necesitar? Una relación sólo complicaría mi vida.
Pero
todo cambió el día que mi nuevo pastelero entró en la cocina. Todo
músculos y tinta, una personalidad sexy y encantadora, y una cara
incluso más deliciosamente hermosa y eso fue todo —estaba acabada.
Comenzamos una relación tempestuosa, sin ser capaces de tener suficiente el uno del otro.
Pero
ambos teníamos nuestros secretos arrastrándose desde el pasado. Todavía
estaba casada, el idiota nunca acordó firmar los papeles del divorcio,
hasta que un día aparece rogando en mi puerta para que vuelva con él,
diciéndome que había cometido un gran error.
Mientras Drake tiene un secreto propio que aparece también. Pero el suyo era peor, mucho peor.
El
amor lo complica todo… pero también es el placer más dulce. ¿Puede
valer la pena arriesgar todo por lo que has trabajado tan duro sólo para
que sea destruido de nuevo?
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